PALABRAS HUERAS
PALABRAS HUERAS.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Este domingo aparece en el diario Milenio con un encabezado como para dudar de la capacidad de análisis y síntesis –de pensar, pues- de la autora de la frase que muestra el citado diario.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Este domingo aparece en el diario Milenio con un encabezado como para dudar de la capacidad de análisis y síntesis –de pensar, pues- de la autora de la frase que muestra el citado diario.
Parece ser que la señora no tiene una idea clara de lo que es un siglo, que aunque los tiempos universales es poco menos que nada, para la vida de un ser humano es un lapso que va más allá de las expectativas de su propia vida; expectativa que, en el caso de la declarante, se reduce, puesto que ella no es precisamente una persona que esté al inicio del camino.
O, bien, así como se cree escritora, también puede suponer que cuenta con dotes de pitonisa.
O, exagera para infundir miedo al incauto, al neófito; esto es: miente; lo cual es una táctica fascista muy conocida.
O, como sus dos ex jefes, empieza a dar signos de megalomanía creyendo que su personal actuar es el motor de la historia y que lo que sucede en torno a ella, antes y después, es solamente aleatorio.
El encabezado de Milenio reza:
“Si el PAN pierde, se pierde el siglo XXI: Josefina Vázquez Mota”
Y, como en matemáticas, sustituyendo valores, siendo que ella es la candidata del PAN, la sentencia quedaría así: “si yo pierdo, se pierde el Siglo XXI”. Engreída, la doñita. O desquiciadita.
¿Y todavía, como Krauze, hay quien dice que AMLO es quien se cree un mesías? Contratemos a Pablo Milanés para que le cante a la Mota (a Josefina, no a la marihuana), en vez de eso de “…si el poeta eres tú, comandante…”, “si la mesías eres tú, so marchante”; marchante de la política, eso sí; como marchante de la Historia es mencionado rabino K, quien ahora impone la moda de desdecirse del sentido de lo que dijo –aunque esté filmado-.para no molestar a su patrón Emilio: ¡Marchantitos, pásenle!
Por otra parte, valdría preguntarle a doña Jose, ¿dónde se pierde el Siglo XXI?, o ¿cómo se pierde el siglo XXI?, ¿se le suelta de la mano a su mamá y echa a correr como loquito? ¿Será una pérdida que siembre tantas incógnitas como aquella por el nombre de la calle “Niño Perdido”?
Palabras hueras, sin sentido.