10 Escritos Políticos (jul-oct / 06)
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LA FALLA DEL PARALELO 20°.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Conforme pasan los días se incrementan las interrogantes acerca de los comicios del pasado día 2 de julio. El estrecho margen entre uno y otro de los candidatos punteros, lo infame de la campaña desarrollada por el PAN, la evidente cercanía de Ugalde con Fox y la “Maestra” (Fouché redivivo), las dudas respecto de los faltantes y las alteraciones documentadas, bastarían para una reverificación del cómputo de votos en aras de la legitimidad.El PAN y sus correligionarios, amén de los grupos que le son afines en el ámbito de los medios, el empresariado y el clero (más los que se empiezan a acomodar), apresuran -por los conductos más lejanos a la legalidad a la que apelan- al reconocimiento de Calderón como virtual presidente y juegan al avestruz: esconden la cabeza y fingen ignorar que la República se encuentra partida en dos; ni más ni menos que cuando Juárez, liberal puro, tuvo que enfrentar a las huestes conservadoras apoyadas –en un principio- por los “moderados”. El símil no podría ser más exacto.
Aquí no sucede nada: Calderón -terco en dar por hecho su triunfo antes de lo que la Ley manda- promete un “gobierno de unidad” basado en la “conciliación”.¿Cómo se le ocurre que pueda hacerlo si no entiende que las necesidades del otro México –la mitad, que no votó por él- no son las de los que lo prefirieron? ¿Cómo, si se aplicó en levantar un andamiaje de odio, en su campaña, haciendo creer al lego en política que su contrincante era “un peligro para México” si el otro México –el que no lo favoreció en las urnas- piensa exactamente lo contrario? ¿Cómo, si no entiende que su “proyecto de nación” –en el cual es él tan sólo el nuevo jinete del caballo salinista, zedillista y foxista- no toma en cuenta al otro México, el que no sufragó en su favor?¿Cómo, si no entiende que tal proyecto, al cabo de seis años (sin contar los anteriores 18) no ha sido capaz de dar empleo ni mejorar los niveles de vida no sólo del México que no le favoreció en las urnas sino de alrededor del 56% de la población total del país?
El TRIFE, en los próximos días se verá sujeto a una presión tremenda por parte de todos los sectores; de todos. La situación más difícil en todo su breve historia. Y tendrá que ser muy sabio, como corresponde a su investidura legal. Ello sólo sería posible dando un mensaje de certidumbre a la sociedad: convendría aceptar la factibilidad –y llevarla a cabo- de un recuento de votos. Ello legitimaría el proceso ante la circunstancias descritas en el segundo párrafo.Sin embargo, si así fuera y aún que AMLO fuera el triunfador, las contradicciones se han tornado antagónicas (en el sentido hegeliano); vivimos una situación muy grave en la que México se partió en dos precisamente en una imaginaria especie de falla geológica situada en el PARALELO 20°, situado al sur del Trópico de Cáncer, merced al empecinamiento del gobierno mexicano por impedir, mediante métodos que corresponden a su histórica y clara estirpe conservadora y fascista, que López Obrador, un líder apoyado por los sectores menos favorecidos, podría ganar la presidencia. Y actuaron en consecuencia, desde que percibieron –hace tres años- que podría romper con las aspiraciones panistas de continuidad.
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GUSANOS DE ESTERCOLERO.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Es de suponer que en las altas esferas de la política mexicana esté circulando el rumor de que el TEPJF (TRIFE) podría decidir no dar cauce a la impugnación de las elecciones del pasado 2 de julio solicitado por La Coalición por el Bien de Todos, ya que el desfile de los sectores acomodaticios de siempre se está poniendo de manifiesto. Como en los viejos tiempos, el proceso de “besamanos” se está haciendo manifiesto día con día.
En días pasados, el Congreso del Trabajo, en voz de su secretario general, Víctor Flores (“aunque la mona se vista de seda… “), presentó sus respetos a Calderón; ¡claro!, aprovechando la ocasión para lanzar denuestos y calumnias –los de moda- contra los impugnadores. El poder de las televisoras, en voz de sus testaferros de los noticieros, hacen sorna de las palabras de López Obrador, unos, y otros –en entrevistas- tratan de ponerlo contra la pared (“… yo sólo soy un periodista”); claro, saben lo que es vivir fuera del presupuesto por mantenerse cerca de quienes no tienen el poder. El Consejo Coordinador Empresarial sigue alentando la desinformación y la animadversión en contra de la Coalición por el Bien de Todos, la persona de López Obrador y sus millones de partidarios. El PAN, ¡desde luego!, continúa con su campaña de mentiras, propias del fascismo, encaminadas a provocar el miedo. (Ahora resulta que su candidato está en peligro de ser víctima de atentados promovidos, según ellos, por perredistas). ¿Y el señor Fox? Pues, como de costumbre, aprovechando sus viajes al exterior para lanzar epítetos a sus oponentes políticos (y a los ciudadanos que le dieron su confianza a estos últimos) y ensalzar su gobierno. (Y, también como siempre, siendo blanco de escarnio por parte de sus “amigos americanos”). Todos ellos se oponen al recuento de los votos bajo los siguientes argumentos:“México ya votó y los votos ya se contaron casilla por casilla y distrito por distrito”. Pues sí, pero si se contaron mal, como existen evidencias, ¿se va a dar por válida la elección?
“Los mexicanos queremos vivir en paz”. ¡Claro!, pero no en aras de ella se va a aceptar un proceso que dé al traste con el sufragio efectivo.“Los mexicanos exigimos el respeto al voto”. Por ello, porque queremos que se respete el voto, es menester volver a contarlo, ante las suspicacias, para que TODOS (no sólo los que votaron por Calderón) se aseguren que su voto fue respetado.“El diferendo se resuelve en el TRIFE, no en las calles”. Y porque la Coalición Por el Bien de Todos los sabe, ha presentado su inconformidad ante el tribunal. Y ante la marcha de más de un millón de simpatizantes de López Obrador del Museo de Antropología al Zócalo, los sectores arriba mencionados protagonizan “La Marcha del Besamanos”. Gusanos de estercolero.
“CUANDO LA DUDA SUENA, FRAUDE LLEVA”.
Por Gabriel Castillo-Herrera.
A pesar de que la maquinaria publicitaria mercadotécnica foxista, su partido y los sectores empresariales con ellos comprometidos –que se han empeñado en hacer creer que las elecciones en México fueron impecables en su organización y transparentes en el conteo, a cargo del Instituto Federal Electoral (IFE)- tal percepción se está viniendo abajo por la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de dar cauce a las impugnaciones presentadas aún que estas sean cuantitativamente menores a las solicitadas.El IFE fue creado con objeto de ser un instrumento que ciudadanizara la organización de los procesos electorales sustrayéndolos del control gubernamental ya que durante gran parte del siglo pasado, cuando aquel no existía, tenía como fin neutralizar la oposición reconocida. Paralelamente fue creado el TEPJF para calificar las elecciones; antes lo hacía el Congreso -siempre dominado por el entonces partido de Estado, el PRI- que se instituía como Colegio Electoral, con lo que aseguraba continuar en el poder, aunque los procesos fueran impugnados.
De suyo se comprenderá que la creación de estas dos instancias representó un gran triunfo para la sociedad mexicana en su conjunto. Sin embargo, cualquier gran institución puede caer en las peores manipulaciones si quienes las tienen a su cargo no son imparciales. Tal es el caso de Carlos Ugalde, a quien se le otorgó la presidencia del IFE con la anuencia del PAN y del PRI, y el rechazo del PRD, partido (de izquierda) que hoy se inconforma y tacha el proceso de fraudulento.A más de un mes de las votaciones –en medio de las protestas y movilizaciones perredistas a las que el stablishment foxista descalifica acusando a López Obrador (candidato del PRD) de necio y obseso por el poder- el TEPJF decide dar curso a las impugnaciones, en grado cuantitativamente menor al expresado por la consigna “Voto por voto, casilla por casilla”, dando pié a lo que, de hecho, constituye un revés para el PAN y una crítica para Luis Carlos Ugalde, presidente del IFE, de quien el Tribunal dijo que “había actuado con ligereza”.
Y aunque la consigna perredista de “Voto por voto, casilla por casilla” sigue siendo reclamada, no hay que desestimar que los estados de la República en donde se han encontrado mayor número de irregularidades que ameritan el recuento son los que-se supone- Felipe Calderón (el candidato del PAN, partido conservador) ganó.
Se habla también de un fraude cibernético Florida style (el presuntamente llevado a cabo en la reelección de Georgie Bush), que está siendo documentado por científicos de la Universidad Autónoma de México.Ante este panorama y dada la escasa diferencia avalada por el IFE a favor del candidato oficialista, Felipe Calderón (algo más de 250 mil votos), los resultados pudieran revertirse. No es probable. La resolución del TEPJF será jurídicamente inatacable; pero no por ello dará certeza ante un proceso viciado de origen.Un adagio popular reza: “Cuando el río suena es que agua lleva”. Un símil podría ser: “Cuando la duda suena es que fraude lleva”.
LOS VENEROS DEL DIABLO.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
En México, lo que ha acaparado la atención, desde hace más de un año, ha sido el proceso electoral: El capítulo del desafuero de AMLO, las campañas caracterizadas por el despilfarro y la mentira, los comicios y la actual crisis post electoral, en la que unos tratan de demostrar –por todos los medios- la legalidad y moralidad del proceso en su conjunto y –otros- que lo ponen en duda y lo impugnan.Dos proyectos de nación enfrentados a muerte. Groso modo: uno basado en el crecimiento vía inversión privada extranjera (el panista) y, otro, en el desarrollo fomentado desde dentro vía reforma del Estado (el perredista). Ambos reconociendo que México no puede sustraerse a la realidad de la globalización, como la nueva cara del capitalismo en su permanente lucha por el ensanchamiento de mercados, pero con distintas formas de actuar en ese marco: el panista, por una apertura total; el perredista, por una razonada.Pero si hablamos de globalización únicamente como proceso económico, estaríamos cayendo en un absurdo. No podemos situar el actual conflicto post electoral fuera del contexto de la política global. Ambos, junto con otros de índole social y cultural, forman un todo cohesionado.
Pareciera ser que la geopolítica está marcada por un fuerte olor a petróleo. La principal potencia mundial, dirigida por un grupo gobernante ligado a los grandes intereses de ese sector ha estado adueñándose, paulatinamente, del control de ese mercado en Oriente Medio, utilizando el ariete de Marte, y en otros lares por métodos menos violentos pero no menos perturbadores de la paz. Interviniendo directamente, otorgándole carta poder para delegar la tarea a sus cancerberos o, donde no hay guerra, comprando esbirros con la promesa de hacerlos partícipes del botín.
La plutocracia –quien le llame democracia es que, simplemente, no entiende nada de nada- norteamericana sigue utilizando métodos de antaño: después de su escalada militar (en Kuwait, Afganistán e Irak), pone gobiernos títere para proteger sus intereses. En Oriente Medio, tiene quien le haga el trabajo sucio: los israelíes. En América Latina, no siendo una zona álgida, pretende asegurar su abasto del energético con gobiernos “amigos” (¿de lo ajeno?); de ahí su encono contra el gobierno caraqueño. Es aquí, en este contexto, donde hay que buscar los orígenes y motivaciones de la actual crisis post electoral que vive nuestro país y las manifestaciones precedentes mencionadas en el inicio de este escrito.
En un mundo que paulatinamente se acerca al agotamiento del energético, México, por sus reservas, no por sus infraestructura ni por sus pozos en exploración, constituye un botín nada despreciable. De suyo se explica el porqué de la insistencia –por parte de los grupos políticos más conservadores, v.gr. el PAN- de llevar a cabo “las reformas que el país requiere”, mismas que se sintetizan en privatizar la industria petrolera, la que –obviamente- sería acaparada por los capitales extranjeros, principalmente por los empresarios globales petroleros entre los que se encuentra la camarilla gobernante de los EU’s (Bush, Cheney y Rumsfeld). Como saben que un gobierno perredista no sería quien les diera el aval para ello, han urdido y tramado un plan –en el que no aparecen ellos directamente- en el cual apenas figuran personajes que les pasan las bolas de hilo: Jorge Castañeda Gutman, Luis Téllez y otros, ligados a intereses del gran capital norteamericano y, aquél, a la CIA.
Hoy mueve a sorpresa que el PAN que –supuestamente- luchó por la democracia haya hecho una campaña electoral con procedimientos nada democráticos. No, no luchó por la democracia, sino por hacerse del poder; y el caso más palpable resulta ser Clouthier, quien renegó del PRI porque Echeverría le expropió parte de sus tierras en Sinaloa.
El PAN se identifica con los intereses de clase que tradicionalmente se han ligado, ideológicamente, al conservadurismo (¿no es una necedad pretender detener el tiempo?); y, económicamente, a los intereses extranjeros. Es por ello que convienen, en la coyuntura actual, a los grandes capitalistas norteamericanos que se adueñan de “los veneros del diablo” en cualquier parte del mundo.Por ello dispusieron todo a manera de que no llegara a la presidencia de nuestro país un gobierno de izquierda encarnado en la persona de López Obrador. Pero... ¿qué van a hacer con toda la gente que lo apoya en lo que ya es un amplio frente popular?
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EL ABOGADO DEL DIABLO.
Por Gabriel Castillo-Herrera.
En estos últimos días de agosto, México se encuentra sumido en un marasmo de incógnitas: por un lado, luengo silencio (¿dónde está la transparencia?) del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para dar el dictamen definitorio a las impugnaciones de los pasados comicios presidenciales; un candidato que ya actúa como si fuera el ganador e, inclusive, promueve negociaciones con diversos sectores sociales interesados; otro que, en cambio, mantiene movilizaciones ante la sospecha de que los comicios, viciados de origen, fueron fraudulentos; un presidente que afirma que el país está “en calma y trabajando”, salvo “por una calle”, cuando en el mapa nacional hay problemas de ingobernabilidad en el cual –presuntamente- existe la presencia de “guerrilla urbana”, laborales, de violencia provocada por el crimen organizado, de crisis electoral que ha provocado las más grandes manifestaciones populares que haya registrado la historia, y una sociedad polarizada.En teoría, el último día del mes termina el plazo legal para que el TEPJF resuelva si las elecciones fueron apegadas a derecho y con ello, dar su aval para que uno de los candidatos con mayor votación sea declarado Presidente de la República. Precisamente un día antes de que el actual rinda su informe de labores ante el Congreso de la Unión, mismo que –se presume- leerá ante una oposición partidaria (el PRD) que le reclamará su ingerencia en los comicios amén de otras inconformidades. El TEPJF tendrá que dar la declaratoria de quién será el presidente en los primeros días de septiembre; tan sólo unos cuantos antes de las ceremonias de remembranza del inicio de la Independencia de México. ¿Cómo es que insiste en hacerlo en Palacio Nacional con la plaza central ocupada por las huestes perredistas afines a López Obrador cuando que, tradicionalmente –el último año de las últimas administraciones-, tal celebración se lleva a efecto en Dolores Hidalgo, Guanajuato? ¿Intenta, en el primer caso, reprimir a los diputados de la oposición para dar su informe sin contratiempos? En el segundo escenario, ¿piensa enfrentar a los ciudadanos asistentes a la ceremonia contra quienes mantienen el plantón en el Zócalo?Depende. Depende de la solución, largamente pospuesta, que se desprenda del análisis del TEPJF. Y Fox lo sabe.Para nadie es un secreto que Carlos Salinas de Gortari ha sido el principal opositor a la posibilidad de que López Obrador llegara a la presidencia. Tampoco es un secreto que Calderón no era, precisamente, el candidato de Fox para sucederlo, sino Santiago Creel, a quien ya se situó como líder camaral de la próxima bancada panista. Tampoco, que Calderón, como buen “hijo desobediente” (título de su libro), guarda ciertos resentimientos con quien lo forzó a renunciar (Fox) a la secretaría de Estado de la que era titular por adelantar su candidatura como abanderado del PAN cuando Creel, que sí era el candidato preferido del presidente no lo había hecho. López Obrador ha manifestado que Calderón prepara, en caso de ser declarado ganador, un “quinazo”, esto es: legitimarse metiendo a la cárcel a gente cercana a Fox para desligarse políticamente de él; nada más lógico que pensar en los hijos de la esposa del presidente, inmiscuidos en tráfico de influencias.Ante todo ello, permítaseme hacerla de “abogado del diablo”. Es sólo elucubrar.¿Cómo podrían, Fox y Salinas de Gortari, salir bien librados y, por el momento, quedar “bien” con todos?
Ni Calderón ni López Obrador. Dentro de la impugnación presentada por el PRD y López Obrador hay elementos que podrían propiciar la nulidad abstracta. Se afirma que si se anularan las casillas impugnadas, este último podría ser el ganador. Pero... si se anula la elección en su conjunto, la declaratoria tendría que implicar un interinato presidencial.
Recuérdese que la estoy haciendo de “abogado del diablo”. Constitucionalmente, en caso de ausencia o falta del Presidente de la República, sobre quien recae la investidura es el Presidente de la Suprema Corte de Justicia; en el caso, Mariano Azuela; ni más ni menos que un personaje a modo tanto de Fox como de Salinas de Gortari, así quedó demostrado en el episodio del desafuero del entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal Andrés Manuel López Obrador. De tal forma, Fox se erigiría como “paladín de la democracia” e, ilusoriamente, evitaría ser cuestionado en su informe y podría dar el “grito de Independencia” con un Zócalo sin la ocupación perredista. ¿Salinas?, si pudo abandonar a su suerte a Colosio que era su fiel amigo y heredero político, ¿por qué no hacerlo con un ilustre desconocido como Felipe Calderón?
Pero sólo estoy elucubrando.
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EL ESTADO FOXISTA OPTÒ POR INCENDIAR A MÈXICO.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
A pesar de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aceptò una indebida intervención del presidente de la Repùblica y del Consejo Coordinador Empresarial, decidiò convalidar el proceso electoral en Mèxico. Este tribunal tuvo la oportunidad de “taparle el ojo al macho” anulando la elecciòn en base a los dos acontecimientos arriba señalados (vèase “El Abogado del Diablo”, escrito de mi autorìa del 27 de agosto pasado). Sin embargo, decidiò optar por la fuerza: imponer al candidato del Estado, Felipe Calderòn.
El magistrado Leonel Castillo enviò un mensaje apelando a la conciliación y a la cordialidad. ¿Què cordialidad puede desprenderse de la sospecha, fundada, de fraude electoral que el tribunal que preside se negò a clarificar? ¿Què conciliación puede esperarse si en su discurso aceptò que el poder polìtico y el econòmico (el presidente y el consejo empresarial) del stablishment, habiéndolo hecho, no debiò intervenir? Y a pesar de ello le da validez al proceso.
El magistrado Castillo asegurò que “después de la tempestad, viene la calma”; sòlo que esta tempestad lleva –con periodos de “calma chicha” 185 años. Màs bien, su dictamen, deja espacio a la explosión; a la verdadera tempestad, cosa que el foxismo no alcanza a comprender; cree que con su discurso de “nuestra democracia” (sì, la de èl y sus compinches) puede adormecer, contra Natura, las categorías de tiempo y espacio indefinidamente.
¿Còmo piensa, Calderòn, nulificar el poder de un Gobierno del Distrito Federal (el principal centro cultural, econòmico y social del paìs) con un pròximo titular que, segùn mi apreciación, es màs radical que Lòpez Obrador?Y lo principal, como ya lo hemos afirmado, ¿còmo piensa enfrentar a un poder popular que le es adverso y que suma millones de habitantes en todo el paìs?
Realmente, el Estado foxista y su heredero, Felipe Calderòn, estàn jugando a incendiar Mèxico.
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POR LA CULTURIZACIÓN POLÍTICA Y LA FORMACIÓN DE CUADROS.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
EXORDIO.- “Revolución” no es el estallido de una crisis política –violenta o pacífica- que ocurra en determinados momentos históricos alejados cronológicamente uno de otro. No; es la cotidiana forma en la que se mueve todo el Universo instaurando lo nuevo sobre lo vetusto. Por mucho que tarde el desarrollo de las condiciones nuevas terminará por vencer, por necesidad, las resistencias de lo viejo. Los seres humanos y sus sociedades, forman parte del Cosmos, por lo que inexorablemente están sujetos a las leyes que éste impone.
Uno de los grandes errores en que ha incurrido la izquierda desde tiempos lejanos es el plantear la táctica revolucionaria desde criterios basados en la práctica, desde –se dice- “la praxis revolucionaria”. Se apela a la justicia, a la libertad, a la igualdad y a los derechos sociales a que cada ciudadano se hace acreedor por el simple hecho de serlo. Sin embargo, habría que vislumbrar que todas estas categorías se conceptúan de diferente forma en la cabeza de los Hombres dependiendo –en última instancia, que no de forma estrictamente mecánica- de su situación social; es decir, de su posición de clase. ¿Por qué? Porque la existencia material se lleva a cabo desde parámetros totalmente distintos y eso los hace conceptuar el mundo desde criterios que no parten del mismo punto. Así, las necesidades materiales modelan la forma de pensar: la ideología. Así, hay muchas visiones del mundo, de la realidad social; sin embargo, siempre han existido dos –distintas en cada momento y lugar- que chocan de manera irreconciliable –antagónicas- que responden a las fuerzas de las que hablábamos en el primer párrafo. Históricamente, las clases en desventaja han sido el símil de lo nuevo, que busca instaurarse, en constante lucha contra las poderosas que se resisten al cambio, a la muerte de lo anacrónico. La historia de las luchas ideológicas –que no son sino la de necesidades materiales puestas en la cabeza (y, coloquialmente, “de cabeza”) de los seres humanos- se ha resuelto no por el triunfo de una u otra forma de pensar, sino porque termina por imponerse la verdad, lo necesario, lo nuevo. ¿Pero... ¿cuál es la verdad?
Aquí, dejamos las cuestiones teóricas abstractas para reencontrarlas en el mundo real; aquí y ahora. En México, en este momento de crisis post electoral y en la, ya presente, Convención Nacional Democrática.Si aceptamos, en base a lo anteriormente expuesto, que el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador y la Coalición por el Bien de Todos y constituido por un, ya, de hecho, frente popular que pugnan por una nueva forma de Estado, que no sólo de gobierno, tendremos que resumir que se trata de una agudización de las contradicciones, las cuales se están convirtiendo en antagónicas; es, ni más ni menos, una aceleración del proceso revolucionario. En la coyuntura se torna necesario que la Convención, amén de sus múltiples tareas, se plantee el dotar a las bases del movimiento, en la medida que las condiciones lo vayan permitiendo, de las armas teóricas que habrán de normar su acción. Es menester promover la cultura política y la formación de cuadros. Para la acción revolucionaria es imprescindible algo más que gritar consignas rimadas y “mentadas de madre” al gobierno, los poderes fácticos y los empresariales. Hay qué saber quiénes son las madres y los padres de esos poderes; de dónde vienen y las razones por las que se oponen a los cambios; cómo y por qué están conectados con los poderes globales. Hay que conocer su historia: la Historia. Sólo así se puede tener acceso a la verdad. Y... “Sólo la verdad es revolucionaria”. Eso, en lo tocante a la culturización política de militantes, partidarios y simpatizantes.La culturización política y la formación de cuadros también resulta impostergable para situar el movimiento en su exacta dimensión, ya que existen grupos que ven el movimiento como “preludio a la caída de la burguesía a manos del proletariado revolucionario; porque dijo Lenin...”. Pero Lenin jamás dijo necedades y sí criticó y previno contra “la frase revolucionaria”, el “izquierdismo revolucionario”, el anarquismo y el dogmatismo.
En fin, insisto: la Convención debe plantearse la forma de desarrollar mecanismos para crear escuelas, propiamente dicho, para la difusión masiva (a partir de la formación de cuadros dentro del PRD) del pensamiento social, económico y político de izquierda (desde la Ilustración hasta Lenin); las luchas antiimperialistas en América Latina; la Historia de México, sus grandes pensadores sociales y políticos –principalmente los que destacaron durante los periodos juarista, revolucionario y durante el cardenista- y la ciencia de las leyes del pensar: la Filosofía (Lógica y Teoría del Conocimiento). Y, desde luego, qué es el capitalismo y sus facetas posteriores: el Imperialismo y la Globalización.
La tarea es difícil; pero necesaria.
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Y... ¡OTRA VEZ, DON CUAUHTÉMOC!
Por Gabriel Castillo-Herrera.
La Naturaleza nos dotó de un grupo de partículas minúsculas que se alojan en el cerebro para que detectemos, si los sentidos no pueden hacerlo, un obstáculo que impide avanzar por donde ya la experiencia nos había hecho comprobar que era imposible. Puede ser que reincidamos una, dos, tres veces; pero a fin de cuentas optaremos por buscar una vía nueva.No parece ser el caso del Hijo del Tata pues se empeña en equivocarse una, dos, tres, cuatro y mil veces. Hoy critica a López Obrador por lo que él fue incapaz de hacer cuando, pretendidamente, ganó las elecciones en 1988, con las funestas consecuencias que todos conocemos. Se justifica, haciéndole coro a los verdaderos enemigos de la izquierda a la que dice representar –que quién sabe cuál sea-, diciendo que la situación de entonces no era igual a la actual. ¡Desde luego que no era igual!: en aquel entonces la izquierda no tenía tras de sí a todo un movimiento social como ahora, lo que constituye una razón de más avalar el movimiento o, por lo menos, quedarse calladito (que así se mira más bonito). Entonces había gente que estaba dispuesta a reclamar el triunfo electoral (aun Maquío, el representante de la derecha) a costa de cualquier precio y él adujo que era un riesgo para la sociedad. Decidió esperar 6 largos años para volverlo a intentar; cumplido el plazo, fracasó. Otros seis años, y la misma historia. Bueno, ¿qué tantos son otros seis años? Pero esta vez el partido se cansó de creerle inmortal: no le dio la candidatura. Así que, acostumbrado a que mamá le cumpla todos sus caprichos dándole todo al niño, hizo rabieta.
Debe ser difícil crecer por mérito propio cuando se es hijo de grandes o medianos personajes (esa fatalidad se puede observar en los Reyes Heroles, en Castañeda y en Silva Herzog, la cual se extiende-en el caso- hasta la tercera generación). En el que nos ocupa, el vástago se acostumbró a forjar su carrera al amparo de la sombra de su padre: por deferencia presidencial, fue subsecretario de Estado y gobernador. Creyó que, bajo la misma prerrogativa, podría ser candidato del PRI a la Presidencia de la República. Como el grupo en el poder en ese tiempo ya no estaba comprometido con los regímenes post revolucionarios, el favor le fue denegado. Se fue del partido, y la izquierda, frágil aún, le dio, le regaló, la candidatura (por ser hijo de quien es, pudiéndosela haber dado a gente más brillante como Porfirio Muñoz Ledo) una, dos y aun tres veces. También se le obsequió con el sacro título de “Líder Moral” del PRD, cometiéndose la injusticia más grande con Arnoldo Martínez Verdugo, verdadero artífice de la unificación de la izquierda en un mismo partido, y Heberto Castillo; y aun con esa gran señora que es doña Rosario Ibarra.
El heredero de la triste figura nunca ha ganado algo. Hoy, Fox le regala –para que no pierda la costumbre- un puesto para comprarle su silencio contra el régimen, lo que no obsta para que haga lo propio hacia sus compañeros de ideología; digo, en el caso de que alguna vez haya él tenido una diferente a buscar acomodo donde se lo den de gratis.
En lo personal, aunque nunca he estado convencido de sus cualidades -¿las tiene?- como político, siempre voté por él por solidaridad y congruencia con la izquierda, postura que a don Cuauhtémoc, ni por asomo, le pasa por las mientes.
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3 de octubre 2006
TODO LO QUE NACE ES DIGNO DE MORIR.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Ayer se cumplieron 38 años del tlatelolcazo. ¿Ha cambiado México? Indudablemente; pero no en ciertos aspectos. La situación política actual en lo relativo al proceso post electoral y la crisis de gobernabilidad en Oaxaca son muestra de ello.De poco ha servido que el ser humano haya luchado por la libertad de expresión en todo el mundo si después de lograda se mira y utiliza en los medios como un valor de cambio, uno más, en las sociedades de nuestros días, puesta al servicio del poderoso caballero que es Don Dinero. De nada, si, merced a ello, se miente o se deforma la realidad poniendo como argumento “razones de Estado”; un Estado que no responde a los intereses de las mayorías y sí a una minoría en el poder para aplastar la disidencia política y las inconformidades.
El movimiento social de 1968 enarboló una serie de exigencias de carácter democrático (aunque algún ex líder del movimiento no lo recuerda, nunca se enteró o se finge el muy tomado); sin embargo, el Estado y los medios, casi en su totalidad, dieron cuenta de que se trataba de una conjura del “comunismo internacional” que pugnaba por “acabar con nuestras libertades”, “instalar la dictadura del proletariado” apoyados por el “oro del Kremlin” y llamaron a la unidad de todos los mexicanos para acabar con la “amenaza bolchevique” y la subversión estudiantil contra “nuestros sagrados valores patrios”. Así, los poderes político, económico, judicial, militar y mediático clamaron por “defender nuestras instituciones”. “Mas si osare un extraño enemigo...”. Suena familiar.
Ese constituyó el aval para la represión, que fue en aumento, del 26 de julio al 2 de octubre de ese año.Hoy todo mundo coincide en que el Estado de entonces era autoritario. El actual es diferente... Sí, aquél era tricolor, hoy es azul. Por lo demás, sigue empecinado en preservar viejas instituciones (emanadas de la Revolución, entonces; hoy, del Fondo Monetario Internacional), ya caducas, y otras nuevas que pronto se añejaron (el IFE y el TEPJF) a las que defienden –no del comunismo internacional, sino del nuevo pretexto: el “populismo” y el “terrorismo”- aunque son indefendibles. Como en aquellos años.Hoy, nuevamente, se trata de convencer, desde el Gobierno y la prensa (aunque ya no todos), de que los movimientos populares están apoyados por “grupos guerrilleros”; se fabrican atentados; se trata de desacreditar a los líderes y luchadores sociales tildándolos de “peligro para México”; y se mantiene a funcionarios corrompidos de los niveles estatal y federal a pesar de su pésima gestión y prácticas represivas contra particulares y periodistas honestos para “no sentar precedente”. “El gobierno no quita ni pone gobernadores” (¿no trataron de quitar al Jefe de Gobierno del D. F.?)
Es el mismo sistema creado por gobiernos priístas, dominados –antaño- por el macartismo impuesto a Latinoamérica por el Departamento de Estado norteamericano, y sostenido internamente para la eterna entronización del Estado Mexicano, cimentado y erigido sobre los pilares del compadrazgo, el caudillismo, las canonjías seculares y las prebendas (todas ellas, instituciones que AMLO osó mandar al Infierno, de donde –por cierto- provienen). Es el mismo, sí; nomás que “Azul, pintado de azul...” y con su “águila mocha”.
El anterior régimen pudo ejercer la violencia de Estado contra personajes, pequeños grupos o sectores que formaban la oposición, la que –inclusive- en diversas épocas estaba proscrita.Hace 38 años, una matanza de estudiantes y simpatizantes fue preámbulo para obligar al Estado Mexicano –que para subsistir tuvo que herir de muerte a su padre- a derogar leyes infames que impedían la disidencia y hacían de ella un delito (Artículo. 145 bis, que consignaba el delito de “disolución social”). Pero el día de hoy la disidencia suma millones y se encuentra organizada legalmente.Aún así, el Estado Mexicano, ese viejo terco y correoso al que sus avariciosos hijos no quieren dejar morir porque su heredades las reciben mientras viva, pretende ignorar que “Todo lo que Nace es Digno de Morir”.
P. D.: No soy muy afecto a las consignas. Tal vez sea importante decir “2 de octubre no se olvida”. Pero lo necesario es impedir que vuelva a suceder.
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ACERCA DE LA UNAM Y LA SEP.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
El los periódicos mexicanos del día de hoy apareció una nota en la que se da la noticia de que la UNAM figura en el lugar número 74 entre las mejores del mundo. Dicha nota hace destacar, a modo comparativo, que la Sorbona de París ocupa el sitio 200 de la clasificación. Más aún: nuestra máxima casa de estudios se encuentra por encima de sus correspondientes en toda Iberoamérica y extra continentales de habla hispana.También en esta fecha se consigna en los diarios que en los niveles básicos, que dependen de la Secretaría de Educación Pública, un gran porcentaje de los alumnos resulta con niveles de aprendizaje muy deficientes en las materias de Matemáticas y Español o Lengua Nacional, como se le llamaba en mis tiempos de escolapio.
Notable, sin duda, lo expuesto en el primer párrafo; más aún si se toma en cuenta que, desde el sexenio que precedió al que está por concluir, la Universidad Nacional Autónoma de México se vio fuertemente cuestionada por diversos sectores interesados en su privatización y que apostaron a la creación y fortalecimiento de las privadas. Se llegó al grado de que parte del sector empresarial prefería abrir sus bolsas de trabajo a egresados de universidades de paga “patito” y de “prestigio” en vez darle acceso a los provenientes de la UNAM.
{Siempre que me vi enfrascado en una discusión sobre el particular argumenté que un porcentaje abrumador de la investigación científica del país –como un ejemplo, aunque hay otras áreas destacadas- se llevaba a efecto en ese centro de estudios, no en las escuelas privadas. No es ociosa la comparación en otros campos del conocimiento humano como son las ciencias sociales, las Humanidades, etc.]
Como se dice coloquialmente: “el interés tiene pies”. El neoliberalismo hecho gobierno desde la asunción al poder de Salinas de Gortari, gestado en las entrañas del de Miguel de la Madrid, tuvo la ilusión de fundirse al primer mundo por exósmosis: “si los Estados Unidos requieren de mano de obra barata para su gran industria, ¡vamos a hacer de México un país de maquiladoras! Y en tal caso, ¿para qué desviamos presupuestos al fortalecimiento de la UNAM si lo que nos conviene es crear técnicos y obreros calificados? En todo caso, para quien desee cursar carreras universitarias, vamos a hacer de ellas un negocio redituable y no una ‘carga’ para el Estado”. Hoy, el más fehaciente argumento que demuestra el fracaso de esa apreciación lo da la aprobación del congreso estadounidense para cercenar a la América del Norte, con todo y su Tratado de Libre Comercio, con un muro fronterizo, amén de que los intereses norteamericanos –en el sentido que los neoliberales mexicanos deseaban- están en China y la India, muy lejos de sus fronteras.
Pero la UNAM tiene una gran tradición, en el sentido más amplio del término (amén de ser una de las primeras del llamado “Nuevo Mundo”); ha sido semillero de luchas sociales –que no foco de insurrección, como mascullan sus detractores más conservadores y retrógradas- que han transformado al país (baste mencionar las luchas por la autonomía y la libertad de cátedra... y el ’68) en ámbitos que rebasan lo académico hasta instaurarse como transformadoras de la totalidad social, económica y política de México. El movimiento del CGH, con todas sus contradicciones y costos, sirvió, a final de cuentas, para su fortalecimiento y afirmación. Precisamente, su carácter social, es lo que la ha hecho alcanzar el sitio que ocupa. No hay que desdeñar el papel que han jugado el actual rector y un sindicato que nunca se ha pegado al cabús del poder político institucional.En relación al segundo párrafo, la educación básica sufre una debacle que el gobierno pretende subsanar ( ¿? ) disminuyendo las horas de clase en diversas materias que tienen que ver con la identidad nacional (Historia), el conocimiento del mundo (Física, Química y Biología) e instituyendo la Enciclomedia: pizarronsotes electrónicos con los cuales los educandos podrán continuar con bajísimos niveles en la tarea de hacer cuentas; hablando a base de ripios e interjecciones; escribiendo no sólo con faltas de ortografía, sino en un lenguaje entre spanglish y mnemotécnico; pero eso sí, en forma muy “divertida y moderna” que aprovecha los grandes avances tecnológicos, de última generación, en la informática. Hay que entender que si al más sofisticado sistema computarizado se le alimenta con basura, procesa basura y arroja productos basura; eso sí: basura harto sofisticada.
Pero, claro, en la Secretaría de Educación Pública no hay autonomía ni una dirección inteligente y eficaz (ni con un mínimo de ilustración: un anuncio del... ¡Gobierno de la República! afirma que llevamos 196 años de independencia; una de dos: ignora que esta se consumó en 1821 o no sabe aritmética); eso sí, un sindicato –el más numeroso de América Latina- que ha sido beneficiado con cuotas de poder por gobiernos priístas a cambio de su voto cautivo; y hoy que el “partido aplanadora” no tiene el Poder Ejecutivo, se rinde al PAN para preservar sus canonjías. Se esperaría que el magisterio afiliado a la disidencia, que ahora se manifiesta en Oaxaca, contribuya en algo –como, con todos sus bemoles y en última instancia, lo hizo el CGH- con cambios en la situación educacional de los niveles iniciales de formación académica de los mexicanos.