Friday, October 15, 2010

PARA ENTENDER EL MÉXICO DE HOY (Parte XXIV)

BICENTENARIO:
OBSESIVOS SIGLOS CIRCULARES
Contribución
al estudio del hoy en la
Historia de México.

(Parte XXIV.- Otro Rostro de la Droga)

Vamos a otro tema.
La capacidad de oponer el dedo pulgar a los demás, aunado al trabajo (que resulta algo tan vago a nuestro conocimiento como el enigma de la gallina y el huevo: ¿qué fue primero?) hizo que el ser humano se separara de los demás monos. Pero la habilidad de hacer de este apéndice el más activo se debe a otra actividad, no tan loable, como es el oprimir teclas en aparatos modernos de comunicación o de entretenimiento, ¡Ah palabra mágica!

A partir de los años ’80, con el desarrollo de la tecnología aplicada a los sistemas computarizados diseñados para uso personal, surgieron –paralelamente- aparatos que respondían a los nuevos paradigmas: “Don’t worry, be happy” y “Girls just wanna get fun”. Paradigmas emanados del marketing y –me temo- de los sabios encargados de la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Poco más de veinte años antes se había logrado ampliar el mercado interno (y, desde luego, externo, merced a la invasión de productos norteamericanos a todo el Mundo Libre) induciendo a la juventud al consumismo con mercancías destinadas única o prioritariamente a ellos: el rock y todo lo que tuviera que ver con él; antes, los jóvenes sólo consumían lo que papá y mamá decidían que era bueno para el bebé. Pero el rock, en cierta parte del camino (los años ’60 y parte de los ’70) se volvió un tanto subversivo, aunque no todo, crítico pertinaz del sistema; aquel que provenía, principalmente, de Europa. Sin embargo, debido a la coyuntura (los jóvenes gringos eran enviados una guerra en Indochina que los devolvía mutilados, desquiciados o muertos a su hogar), también se convirtieron en enemigos potenciales del sistema aunque desde posiciones pacifistas (v. gr., el movimiento Hippie). Pero existían otros inconformes no tan pacíficos, dentro del movimiento antisegregacionista, que distaban mucho de los métodos de Martin Luther King. En tal ambiente es que nace la nueva filosofía de la estabilidad que rige hasta hoy para la juventud. Hasta la Biblia lo valida: el padre que obedece con resignación la orden de matar al hijo para demostrar su fe en Dios; en nuestro caso, el Dios del Mercado. Finalmente, este dios decide permutar el castigo y manda a uno de sus arcángeles para que informe al padre que no mate al hijo, sino que sólo lo atarugue, lo tranquilice, lo mediatice. ¿Cómo? Ya no escuches ese rock pernicioso ni escuches a sus profetas de la destrucción que sólo te hacen pensar: te vamos a fabricar una nueva música y formas de vida para que sólo te preocupes por divertirte. Diversión, diversión, diversión.

¿El mundo se cae a pedazos? No te preocupes, sólo diviértete. Te ofrecemos una gama extensa de actividades divertidas:
Sólo tienes que sentarte frente a la tele y conectar tu Atari (hoy, XBOX).

Cultiva el cuerpo, no la mente. Vete al gym.

Comunicarte a toda hora con tus amigos más divertidos con tu celular; saca fotos divertidas con él; conéctate a internet de volada y chatea divertidamente. Sólo necesitas usar el dedo más divertido.

Si te sientes aburrido, diviértete practicando deportes extremos para que veas qué divertido es sentir correr la adrenalina en tu cuerpo, ¡es divertido sentir que te mueres!

Y también simular que matas o te matan en el gotcha. ¡Es divertidísimo!

O conduce tu auto a gran velocidad, si lo haces después de haber tomado una buena cantidad de alcohol es mucho más divertido. Y todavía más: escapar desaforadamente, a 200 kph, de la persecución policiaca por haber derribado un semáforo y por haber atropellado a un peatón que salió volando divertidamente por los aires.

Si persiste el aburrimiento aunque estés en la disco, sólo tienes que beber hasta ponerte hasta el gorro; es divertidísimo decir estupideces cuando estás borracho. Al fin y al cabo ya no hay prohibición (en los años en que estuvo vigente sí que se aburrían). Es muy cool.

También te proporcionamos toda la diversión posible con pornografía ligth & hard impresa o por internet. (Yes, yes!, cumm, cumm!, muy divertidos).
Y mejor aún: practica relaciones sexuales riesgosas, que es bien divertido jugar a la ruleta rusa del SIDA.

Si, de plano, sigues siendo víctima del fastidio, atibórrate de antidepresivos; así verás que seguro te diviertes de lo lindo.

¿No funcionó? Suspende los antidepresivos y sustitúyelos con cocaína (la mariguana es de niños) o con drogas de diseño. Son divertidísimas.

En último caso: si no te divierte nada de lo anterior, enrólate en el ejército o dedícate a contratista –de paso le haces un divertido servicio a tu patria- para que te envíen a un país lejano y te diviertas disparando contra gente inerme y mates de verdad, no como en el XBOX. Verás qué divertido es verlos huir despavoridos de ti antes de que mueran entre divertidos estertores.

Si no consigues enrolarte ni puedes comprar armamento inteligente en el mol de la esquina para poder convertirte en un divertido contratista, ve a la frontera y diviértete jugando tiro al blanco con inmigrantes ilegales o, en su defecto, dirígete a tu escuela y hazlo con tus compañeros. Verás qué divertido es verlos caer muertos uno a uno, o en grupo, mientras les tiras.

En el colmo del aburrimiento, métete un balazo en la sien, seguro que es divertido (y si no lo es, bueno, ya dejaste de estar aburrido; mejor: ya dejaste de estar; simplemente, de estar). Sin duda será divertido para los demás ver cómo luces con la cabeza divertidamente reventada.

Fun, fun, fun!

A todo este tipo de “diversiones” condenó el imperio norteamericano a sus hijos. Tenemos conocimiento de ello a cada día. ¿Acaso es mejor eso que tener una juventud crítica? Quizá para la CIA y el Pentágono sí. Lo malo del asunto es que las “diversiones” –el paradigma de la estupidez- se exporta a todo el mundo.

Ironías macabras aparte, la diversión es una de las mercancías modernas más rentables en dos sentidos: la riqueza que produce para la economía de un país y, de otra parte, el enajenamiento de las masas como forma de control.

Preludio fue lo anterior para enfocarnos en una de esas modernas “diversiones”: las drogas y la guerra inútil que el gobierno mexicano ha decidido entablar con los capos. Si, como dijimos, las diversiones son harto rentables, sin duda esta es la que más. Según algunos expertos en el tema, aseguran que los recursos financieros que salvaron al país del norte de la crisis en que se vieron envueltos y que arrastró a todo el mundo (sobre todo a México, puesto que el 80% de las exportaciones tienen como destino EU) fueron los del narco, motivo por el que Obama intervino los bancos, mismos que tenían a buen resguardo (y buen lavado) el dinero producto del tráfico de estupefacientes. Otros especialistas afirman que la presencia militar de Estados Unidos en Afganistán se debe, además de mantener el control en una faja petrolera estratégica, no es tanto el combate al terrorismo ni limpiarle de abrojos el terreno a –su aliado en la zona- Israel, sino acotar (o apropiarse, uno nunca sabe) el centro de producción y distribución de opio (el más grande del mundo; Colombia es, en comparación, apenas un tendajón) y, obviamente, incautar –de buena o mala manera- los millones de dólares derivados de la actividad para sumarlos a su deteriorado sistema financiero. Siga los tres movimientos de Fab… y los desparrama por el mundo.

Se explicaría así por qué Osama Bin Laden –y aquí, el Chapo Guzmán- son buscados por cielo, mar y tierra; pero, extrañamente, pareciera que se ocultan en otro planeta o se fueron a turistear a la Luna: nadie los encuentra.

Uno de los bancos intervenidos por el gobierno de Obama fue el Citibank (en donde chambea ahora Ernesto Zedillo), en el que el 30% de las acciones ya pertenecen al gobierno norteamericano. Es sabido que BANAMEX, -otrora propiedad de uno de los personajes que encumbraron a Calderón: Roberto Hernández Ramírez- depende de aquella institución financiera. Las leyes mexicanas que rigen el otorgamiento de permisos para la Banca son claras al respecto: no pueden operar en el país instancias que representen intereses de gobiernos extranjeros. Sin embargo, don Felipe de Jesús ni BANXICO ni la Comisión Bancaria y de Valores hicieron nada al respecto (en otras circunstancias, sería el motivo para, con la Ley en la mano, expropiar la institución bancaria a favor del Estado). Y queda prohibido terminantemente que usted, incrédulo lector, albergue en su mente suspicacias siquiera que –en función de lo anotado en el párrafo anterior- dinero del narco, depositado en bancos norteamericanos intervenidos por su gobierno, haya sido enjuagado en BANAMEX vía Citibank.
De tal manera que en el tema, Estados Unidos se comporta como el buen pastor: deposita una mano sobre la Biblia y extiende la otra para recibir las limosnas. Clérigo perverso que se queda con las limosnas, deja hacer, deja pasar, y endilga a los feligreses (los gobiernos locales) la guerra contra el maléfico (narcotráfico). Igual como hace con los países que se encuentran al sur de su frontera: uno que se llama Colombia y otro que se llama México. Más perverso porque, con el pretexto de ayudar desinteresadamente, se infiltra en tu casa –con el permiso, indebido, del portero, uno que se apellida Calderón- para ir abriendo brecha con otras intenciones: empezar a cuidar algo que va a pasar a sus manos -según le prometió el portero- y que le fue expropiado en 1938.

Sin embargo, ocurre a la fiesta de disfraces con su mejor atuendo: la piel de oveja. Sólo desea ayudar, cooperar en la lucha contra el narcotráfico; para ello ofrece sus servicios de inteligencia y a sus ejércitos para que luchen contra ese cáncer dentro de nuestro país. ¿Y cuándo empiezan por su territorio?, porque allá les venden armas, les permiten –con y sin disimulo- apuntalar el sistema financiero con el dinero producto de la distribución y venta, allá está el mayor número de consumidores y hasta algunos estados están promoviendo la legalización; tienen identificados a los capos que operan acá, pero… ¿Quiénes son los capos norteamericanos? Seguramente “gente decente” que se codea con el poder financiero, el industrial, el petrolero y el militar (que son quienes realmente gobiernan ese país), lo que les da inmunidad.
Para nadie es un secreto que los magnates de la Mafia, después de que se levantó la prohibición, entraron a formar parte de un círculo selecto de empresarios cercanos a lo que hoy se llama la industria del entretenimiento, al del Show Business, al hotelero (ámbitos propicios para el lavado de dinero) y al poder político, principalmente al Partido Republicano. Se sabe que Sam Momo Giancana, padrino del cantante Frank Sinatra (personaje cercanísimo a varios presidentes, sobre todo de Reagan, norteamericanos), tuvo prósperos negocios, en EU’s y en Cuernavaca, donde se lavaba dinero; Lucky Luciano, otro miembro de la Mafia, quien había tenido un papel determinante en Sicilia (tierra de Luciano) para la invasión de Europa por los norteamericanos, fue recompensado dejándolo hacer fortuna a partir de negocios ilícitos. Uno de sus generales, Meyer Lansky, judío-polaco encargado de las finanzas de la Mafia, financió la campaña presidencial en la que Richard Nixon resultó electo presidente. Otros mafiosos, capos de la droga y del lavado de dinero, fueron Frank Costello, Albert Andone, Tony Acardo. ¿Cómo pudieron evadir a la justicia estadounidense? Por sus servicios a la economía estadounidense y a la causa Republicana (y tal vez también la Demócrata, no lo sabemos, nadie metería las manos al fuego por los Kennedy después de las oscuras circunstancias que rodearon a sus muertes). El FBI de Edgar Hoover se preocupaba por buscar y acabar a enemigos potenciales del sistema y a los “comunistas” más que a los mafiosos. Aquéllos no redituaban al sistema: ¡duro con ellos! Durante la 2ª Guerra Mundial, cuando los japoneses invadieron Indochina, quedó cerrado el flujo de amapola hacia los Estados Unidos que la requería para producir substancias que aliviaran el sufrimiento a los soldados heridos en el frente. Para ello, el gobierno de Roosevelt solicitó al gobierno mexicano que se cultivara la flor de la que se produce la goma de opio, la morfina y la heroína en nuestro territorio, lo que el avilacamachismo aceptó. (Cfr. Bibliografía, Abraham García Ibarra…)

Desde los años 70 actuaban encubiertos agentes antinarcóticos de la DEA. Tan encubiertos que jugaban un doble papel: por un lado combatían a ciertos capos y por otro, como contratistas, trasladaban -en barcos pesqueros, con bandera mexicana- armas hacia Centroamérica y droga hacia la base naval de San Diego. Con el asesinato del agente Enrique Camarena, atribuido al capo más poderoso de la época, Rafael Caro Quintero, Estados Unidos inaugura un hipócrita nuevo frente de batalla contra México.

El paso de cocaína de Colombia a Estados Unidos era Panamá, lugar donde además era aseado el dinero del tráfico de estupefacientes. En parte por ello y en parte por detener los efectos del tratado Torrijos/ Carter, mediante el cual el canal pasaría, en el año 2000, a ser soberanía de Panamá, los marines invaden el país centroamericano y apresan al general Noriega, por estar presuntamente ligado a los carteles de la droga y al lavado de dinero. Se dice que a partir de entonces, la nueva vía de acceso de cocaína y otras drogas duras, así como el lavado de dinero, tienen una nueva patria: México. ¡Cuánta sutil coincidencia..!, …si no pareciera un entrampado diseño: como en Colombia, donde han quedado instaladas bases militares norteamericanas, un gobierno a modo, un ejército y fuerzas paramilitares haciendo las tareas de policía, y un enclave cercano a países que han hecho patente su deseo de ser dueños de su destino: Bolivia, Brasil, Perú y… un país que tiene –como México- petróleo: Venezuela. Colombia, pues, ha quedado como un bastión de las fuerzas militares y los intereses norteamericanos para cuando el destino los alcance: cuando quieran hacer efectivo su “destino manifiesto” y pretendan adueñarse del petróleo venezolano. Geopolítica. Por ello, Chávez no les pasa ni con lubricante.

En cambio en México, Calderón está dispuesto a hacer el triste papel de Uribe (y, como parece, de su sucesor) en Colombia. A tres años de su administración (literalmente de su administración (administración de su persona, de su imagen, de su gobierno sin rumbo), su sino es la derrota: de su cercanísimo círculo, dos murieron (uno, Mouriño, físicamente; otro, Germán Martínez, políticamente). Otros panistas, los cercanos a Fox, lo detestan y mofan de él (Manuel Espino). Cuando hace declaraciones rimbombantes acerca de cómo a ha crecido el empleo, el INEGI (¡el INEGI!) se encarga de desmentirlo.

Quienes decididamente están de su parte, por el momento (porque su riqueza proviene del gobierno como ente social, no como persona o partido), son los empresarios televisivos porque han hecho su inmensa fortuna gracias a la publicidad de los “logros”, que el Gobierno Federal se inventa, y que se trasmiten día y noche, y que se cotizan como si fuera oro puro. Y a la “democracia” fabricada en el año 2000, vía IFE.

Quizá, también, Industrias Chapo, S. A. de C. V.

Parece que el triste papel que ha podido representar es el de diligente servidor, no público, sino privado. Se dejó llevar a la presidencia mediante el impulso tramposo y amañado de empresarios, políticos del PRI y el PAN, jueces, ensotanados y el -entonces- propio presidente, quienes hoy le vuelven la espalda para impulsar al nuevo prospecto de servidor privado: Peña Nieto, delfín de “carranclanes” (en el peor sentido del epíteto) enriquecidos por su incondicionalidad al maximato avilacamachista y docilidad a Fernando Casas Alemán; expertos en el aprovechamiento, a título personal o de grupo –Atlacomulco, desde luego- a partir de los contratos de obra pública; eso sí, devotos cristianos cercanos, muy, al Opus Dei y a ese negociante de la fe cuyo nombre suena como “décimo” y a otro que tiene apellido de cadena de supermercados -lo cual se puede constatar en cualquier revista de socialités de país subdesarrollado; aunque lo socialité no borra las raíces de abigeo pueblerino, robavacas, pues-. El benjamín de la dinastía pueblerina parece peinarse con Glostora -o con vaselina en cajita de madera balsa- y peine Pirámide, los tres en desuso, lo cual nos da idea de su “cangrejil” ideario político).

Resultó que la “amenaza para México” no era López Obrador sino Calderón, que incumple con todos, menos con ciertos grupos empresariales y con los Estados Unidos que le exigen más celeridad en desarticular el Estado y lo instan (u obligan) a otorgar concesiones petroleras, eléctricas y de comunicaciones, concesiones que contravienen las actuales legislaciones al respecto.

Triste papel de servidor de los intereses geopolíticos de Estados Unidos en torno del petróleo, que le aplauden su perorata ante congresistas de ese país y en los días siguientes le propinan una bofetada con guante blanco (de militar, de guardia nacional).
Cualquiera se preguntaría si acaso los recientes atentados contra los consulados de ese país en nuestro territorio no serían perpetrados por los eficientes agentes de la CIA (expertos en tales menesteres) para incrementar el clima de animadversión hacia México con el fin de propiciar y, aun, forzar al presidente designado en tribunales y al Congreso a aceptar la “ayuda” del gobierno de los “amigos” norteamericanos; gobierno que da muestras de su amistad dictando leyes segregacionistas y neofascistas –que buena tradición tienen en ello- en contra de la inmigración ilegal mexicana y levantando un muro a lo largo de la frontera con nuestro país. ¡Ah, qué bueno que cayó el Muro de Berlín!, “…el muro de la ignominia comunista”; pero este representa –seguramente se justificarán- ¡la libertad! ¡Oh, yeah! Y Calderón se muestra dispuesto a aceptar que Estados Unidos acuda a salvarnos. Nótese la similitud con otro periodo histórico en el cual otro gobierno (el conservador) y otros intelectuales (como Lucas Alamán) claman por tal solución: entonces se apelaba a Napoleón III como hoy a Obama y Hillary Clinton. Y aún más lejos en el tiempo: como Ixtlixóchitl apeló a los tlaxcaltecas y a Cortés. Se repite la historia. Obsesivos siglos circulares. Recurrentes.

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